jueves, 3 de septiembre de 2015

¿Acaso?

¿Acaso creías?
¿Acaso pensabas?
No lo veías, pero sabías.
La víctima.
Las armas.
Negocio de guerra que beneficia a este entorno pulido de risas plastificadas, de previsiones de vida, de ganancias compartidas.
¿Acaso su muerte salobre lo testifica?

No hay comentarios: